.maldicióN.

Gritarle al Mundo que lo odias. Nada a la superficie, rápido o te ahogarás, apresúrate, sólo segundos, RESPIRA.

Ego Negavit Vobis.

Libera nos a mendacium,
Libera nos a desiderium, a secretum,
Libera nos a nigrum beatitudo.
Ego non video vobis, Mea Lux.
Ego sum imprisoner, propter vestrum imaginem.
Ego vocant volup. Infinita voluptatem a amare.
Mea interitum propter eum.
Mea vita ad eum.
Tantum per eum, viviere.

Desiderium, desiderium, malum desiderium...erit Infinita.

Cierro la puerta con mínima violencia y borro la luz de la habitación, él sigue ahí...monótono y concentrado, no lo sé. Sentado, he de sentir su respiro como si fuese el mío.

Lágrima sonriente.

Con un silbido la mente del infante se distrajo a un diluvio de mil sentimientos.

Su imaginación lo llamaba a una éxtasis de risas y alegrías. El niño corrió al pecho de lo que creía era su madre...Vivía de su calidez, y así mismo la mujer de la sonrisa y carcajada del pequeño.

Yo, ya no sé.

"¿Cómo saber, si la vida no es otro sueño o pesadilla más? Hipotéticamente, veo que las cosas que los demás...ven inmorales, allá en la realidad adversa, tal vez son lo más cuerdo que actúa un ser' Y así es como tu abuela te puede mirar con la cara...más desconocida, desde la infancia.

¿Cómo puedo preguntarme, en qué mierda se han convertido los demás?, si no sé... ¿En qué mierda me estoy convirtiendo yo?.

Boo.

Los borrosos murmullos rebotan en mi Eco, las negras y sonrientes manchas espectrales ZUM ZUM* se deslizan entre las sombras

mASK.-

Igualdad. Sociedad. Perfección. Las palomas suavizan su vuelo, aterrizan con gracia, elegancia, pero todos sabemos que aún así, son una de las plagas más asquerosas del planeta, según ´las personas´. Los humanos, como individuos, somos iguales, somos LA plaga más desagradable del entorno, sin embargo, claramente no se aparenta eso, tanto así, que hemos llegado al punto de verdaderamente cegarnos, y creer que somos la especie superior del ecosistema. Las aves cantan sus propias sinfonías de enormidad en belleza, que no se logran oír por la desgraciada acústica del 'urbano', TAP, TAP* suenan tacones, y zapatos de vestir por todos lados, se respira el putrefacto aroma del grisáceo polvillo de hadas en el aire, tan grisáceo como los que respiran de él. Monotonía, eso veo, son soldados, soldados de un padre jamás latente, régimen, dolor e insensibilidad, ese es el límite al que han llegado mis hermanos, los humanos, los colores se han ido, la luz se ha desvanecido, 'Dios ha muerto', jamás ha existido. Todos siendo individuos que no son, aparentando. " Todos somos simios en traje esperando la aprobación de los demás", rechazando lo puro, aceptando lo falso. BLA, BLA, BLA*, ellos gritan un lenguaje que nadie conoce, un sonido nulo que al reverso es un grito de desesperación, aquella no-libertad, como mencionó un hermano inhumano, claman por un Dios desde las profundidades, no oyen, se van, se arrastran hacia nada, ellos mismos son su lecho de muerte, perdón...de vida, la vida hoy es lo que no es, todos son lo que no son.- Todos somos falsos a nuestra manera, todos...usamos máscaras.

deleite.

El balcón del último piso es el más frío. Son las ocho de la mañana, la delgada bata de rojizo color apenas logra abrigar la pálida piel que se deja ver, mientras observo mi cristalizado aliento bajo la fría brisa urbana, el cigarrillo entre mis dedos se desbarata poco a poco, la taza de caliente café en mi mano izquierda, se congela a cada segundo. Luego logro palpar sus húmedas manos en mi cintura, su aliento entre mis oscuros cabellos, ése cálido beso en mi cuello me da seguridad y cierro los ojos, respiro el nublado ambiente, me siento libre, sus singulares palabras cantadas al oído me dibujan una sonrisa, esa sonrisa de dicha que complementa el grato momento. El calor de su cuerpo en el mío entretanto me acobija en sus brazos, me da una invitación al sueño, pero esta vez a su lado. Sus labios seducen mi imaginación e impulsivamente me apego a ellos, acaricio su desordenada melena firmemente y me pregunto si la verdad por la que vivimos cada día es esto: los cortos momentos de satisfacción que nos hacen felices. Todo es perfecto, los nervios de infante cubren mis sonrojados pómulos, el sudor de sus manos mientras aprieta las mías, las infinitas caricias sobre mi cuerpo y rostro, los besos en la frente antes de rodearme con esa impetuosa forma suya.

Él juega con mis dedos mientras yo lo observo, como siempre…admirando sólo lo que yo sé ver, aquellos profundos ojos que me hipnotizan, que me incitan a descubrirlos, a entrar en ellos, en su mundo misterioso que otros ven absurdo, maravillarme así cada día, fascinarme, enamorarme. Es acaso un sueño más?, es posible que la realidad de todos, nuestra misión como individuos, reitero, sea ser felices?. Los suspiros ambientan la utopía de nuestras vidas.