domingo, 19 de enero de 2014

limón de la discordia.(carta a ellas)

Artista de la propia destrucción, carcomiendo a parloteos los grandes pilares. Se derrumban, BOOM.

Se deshacen entre los dedos violentos y marchitos, desaparecen de la  roja nariz. Tropecé y fue feo.
Quiero...quiero tropezar más y ¡MÁS! 

Tengo miedo de dejar de temerle a la rotunda caída del imperio intergaláctico. ZUU'M. Quiero la oveja de felpa mamá.

-No está bueno el tiempo Sra. Herrero, ¿no lo cree?.
-No Querida, no lo está. Mira esas blancas nubes y ese Sol radiante, vete a esconderte niña, que viene el idiota del payaso mayor.

Maldito payaso mayor, debería o no temerle? Siempre me los quita, me quita mis vigilantes.

No debí esconderlos

No debí quedármelos.

No debí insistir, los va a asustar y no volverán.

Él sonrió, ella sonrió, él también y el pingüino también, no todos sonrieron. Fue tan lindo.

No quiero cerrar, porque no sé qué es. Quiero saber.

Fue la adicción al miedo. Era, precioso.




Ya viene, ya viene.-

Las palabras, las palabras no son mías, son de todos. Pero los indicios, los sentidos, las caricias y rasguños que den esas palabras, sí son míos. ¿Por qué te esmeras en hacer lo mismo que yo?, si yo pongo sangre en mis palabras, sangre que no es para ti, es para otros. ¿Soy tu medio de ascenso al Olimpo, acaso?. Me molesta y no ignoro, no. Cortar tu cabeza no me es una opción porque hay predominancia de tus brazos en mi, de tu bella estupidez a mi lado. Pero deseo, deseo enormemente que cortes tus propios dedos para hacer tuyas, por un segundo las palabras y actitudes, sé que puedes, no falsifiques mi huella para gritarla en tu nombre, no más 

Tendré que tomar medidas. Medidas drásticas y susurrarlo a tu oído ferozmente. No sea tonta.

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