(...)Siempre me pareció curiosa tu mente,
Un jovencito digno de buenos tratos, tan peculiar tus distinciones, tus deseos, tus ideas, tus palabras y tu risa pequeño...escandalOsa y encantadora sin comparación.
Nos suicidamos juntos mil y un veces, de mil y un formas divirtiéndonos del placer mutuo. Perdóname por no
Y esa tarde-noche en una habitación, Nevermind sonando sin interrupción alguna, un blanco techo que nos soñó entre pestañeo y pestañeo, como nosotros a él boca arriba sobre una alfombra muerta cubriendo nuestras espaldas de aquellos puñales.
La luz fue tenue mientras en mi muñeca tallaste un infinit∞, tus grandes y agraciados ojos me encadenaron sin salida pronta, pareciera que me quisieses decir mucho... eso veía en tus profundas pupilas penetrando mi calma, me tuviste nerviosa, quieta y concentrada por horas y horas, sólo mirando QUé eras.
Me perturbaste al punto de estima, de una casi-adoración. Entre nuevas desorientaciones artificiales, ataques de esquizofrenia y espasmos nerviosos me pregunto si imaginaste algo más mientras pasmados estuvimos contemplando aquel insípido techo. Yo sí. (...)
Fuiste una sorpresa. Fuiste un deleite y un clavo oxidado en mi Memoria.
Te has convertido en una de las pequeñísimas gracias de mi Vida.
Fue un Honor comprenderte, alucinarte y saborear tu demencia.
- Dedicado a Susanoo, Dios del mar. Humanoide Francisco.- Fragmento del recuerdo suicida.
Gracias por lo estupefacta que me dejó tu
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