En los recursos antiquísimos, en los recónditos mensajes, en los arcanos lugares, adoquinados y tapizados con sangre de los corruptos y los malignos.
Vuelan los murciélagos, con un ojo miran a su presa y con la otra visión de la supervivencia. Se apoyan en los oscuros umbrales y por los extraños evos esperan a su líder: el No-muerto.
Y en el muelle los buques llegan esperando una encarcelada Abominación. Emerge su prisión submarina, en medio de la espesa niebla.
Recorre surcando los mares, cortando las brutales olas de tempestad, por los cristales diviso animales, o criaturas de proporciones enormes, una Ballena blanca, un Calamar de tantos años en sus tentáculos devoradores de barcos y humanos.
No nos atacan, temen a la Abominación y a la Creación retando a Dios, ¿son ambas abominaciones? Una de ellas era un humano; otro, parte de ellos. Presa de su condición infrahumana, pierden su Vida en las tinieblas.
En los gélidos aposentos está la líder No-muerta, la no-humana, a quien di la vida, ¿o la quité? Si robé su esencia fue para poseerla, si robé su Alma fue para hacer de su Ser mi eterna propiedad, que nuestras vidas no acaben; el mundo sí. Somos Infinitos.
Eres tú, Eterna Amada.
Por quien busco la Espada del Mar, a las abominaciones, a las Bestias, a los Umbrales.
Te busco a ti, en el Universo.
Te busco en el Tiempo.
Amada mía.
Recorreré océanos de Tiempo.
Blah.Y que se hagan humo, o niebla las palabras.
Créditos al rojo diamante que gris carbón se ha vuelto al fin.
arrivedellA.-
Aquello lo escribí yo a principio de año, en mi cuaderno de Historia.
ResponderEliminarEl derecho de autor sigue en pie.-
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