Auch.(Segundos pasan) ¡BANG!.

Negras cadenas sostienen mi cuerpo, abrazando excesivamente mis muñecas, haciéndolas sangrar.
Espero a tu decisión, mientras parlas con el toque de mierda que os guardas, espero a que tomes tu decisión, de si ésta noche me torturarás. Soy una criminal, siendo inocente de acto no hecho.

Suda mi cuerpo desnudo, suda de fiebre que me causa escuchar tu repugnante encanto que me fascina. Y no, ésta noche me torturarás, lo puedo ver en vuestros ojos inconscientes, llenos del negro que dejó la muerte en ellos.
Piedad jamás tendrás, porque no sabéis lo que haces, el espectro ha de vendarte, y te pone audífonos, play a Krisium, volumen máximo para que así, mis desgarrados gritos no escuches ni presencies, tú sólo entierras, apuñalas, revuelves los órganos, destruyes dulcemente mi despojada Alma, con palabras que no ves. Bebes mi sangre desalmadamente, y así como Zeus, un hígado cada noche a Prometeo le dio, para sufrir lo mismo una y otra vez, en mis venas, rubí licor corre, infinitamente, aunque nada de él quede luego de tu presencia. Sin embargo, aún así, con el infernal dolor que me obsequias, he de mirarte con tranquilidad, con fascinación.
A veces, Vendetta por mi viene y me envuelve de malicia, obligándome a desear tu carne herida en mis manos manipular, en mi boca saborear. He de deleitarme de vuestros gritos sordos de dolor, que sintáis lo mismo que vosotros me hicisteis sentir, estando inconsciente de que me lastimabais. Tu maldito augurio, endemoniada me tienes, poseída por la ternura de mi perturbación, que ataca tu imagen a cada suspiro vivo, o muerto. Morder con ira, tu cuello y hacerlo trizas, lamer aquella cuchilla que con vuestra sangre vestida quedó. Y luego, llorar el veneno, llorar el fuego que una vez creí doler.

Eres, un placer y un arma. Desgracia...sólo un arma que puede ser usada contra mi misma. Deseo, quiero matarte!; y luego...no.

Maldición!, y aún más, mientras hipnotizada estuve, hice un juramento, juramento el cual nadie me recordó, sólo se mantuvo esperando el desgraciado, esperando a éste momento, en el cual quisiese odiarte, olvidarte. Os he prometido 'Infinitud', y eso debo darte, si no te la doy, seré lo que odio, me volveré tan burda como lo existente, y no lo deseo. Además, debo agregar, admitir, confesarte de un modo inconfesable, que os....¡AGH!, no, no puedo, y cuando estás si puedo. ¡Maldición! y cuando os digo, se siente bien y doloroso, pero aún así es placentero, aunque sólo es un estado de sueño, porque luego, luego me vuelves a torturar, y caigo al piso rendida, herida en batalla, batalla es tu abrazo junto con aquel susurro que a escondidas y muy puerilmente, como si un niño fueses dándome un secreto, me vuelves a envenenar, a drogar, diciéndolo. Eres lo peor de éste mundo, porque sigues siendo Perfecto, sigues siendo de todos modos adversamente, lo mejor de mi Mundo.

Soy un asco conmigo misma, porque cuando al fin...al fin empiezas a convertirte en un fantasma, cuando comienzo a dejar de sentirte, cuando te vuelves borroso, temo, y caigo, o tal vez no caigo, quizás sólo, cuando en el borde de perderte estoy, mi máscara cae y soy lo que en verdad soy. Pero no, es un 50% de dudas, o es una o es la otra. Me haces perder la lógica, insano ser, me haces explotar de ira y depresión continuas, excusadas por el resistir, fuerza de voluntad, os maldigo por aparecer cuando sólo te dé la gana. Cuando al fin, se me abre una puerta, para asesinarte, la cierro, la cierro y al girar el picaporte de mi venganza, o de lo racional para las demás sombras que me advierten, BANG' tu disparo llega a mi cerebro, y los sesos vuelan libremente, suena Chopin, y su Nocturno Nº 20.

La gravedad hace su trabajo, pero algo la detiene y la hace enfadar.Un centímetro, y hubiese desplomado cual bulto gris cuando nace. Pero no, estás tan enfermo que antes de caer, me sostienes, me sostienes en vuestros brazos antes de acabar con todo y yo me pregunto: "¿Es acaso, para aplazar lo inevitable?, ¿Es acaso, para sólo seguir en tu delicia de tortura?" No lo sé, te prometo, con todas mis fuerzas, que no lo sé.

Ignoro vuestras razones, de mantenerme con vida, doliendo tu inocencia.

Es fascinante, y maravillosamente increíble, lo cruel que se puede llegar a ser.
Tal vez, yo soy la cínica, la ridícula, que se hace tantas preguntas. ¡Oh!, recordé algo que te encanta, mi curiosidad por todo. Maldito Insano' Já.-

Algo, dentro de mi, grita y te pregunta: "¿Por qué confías en mi inmortalidad?, ¿¡Por qué!?, ¿Por qué te apoyas tanto en el falso hecho de que no siento dolor?. Tal vez te convencerás de que Te Amo tanto, que no siento dolor, sobretodo cuando sé que no eres feliz, puramente, Inhumanamente. Quizás te dices a ti mismo, que escucharte parlar de lo que me lastima obviamente, no me interesa. Pues dejadme aclararos algo, ME DUELE, ME TORTURA, ME QUEMA, ME ARDE, ES INFERNAL. Me duele como a cualquier otro, porque aquel sano sentimiento que os confesé hace milenios atrás, sigue en pie, para mi desgracia. Deja de abstenerte de la lástima.

Si supieseis, si tan sólo supieseis..., o lo sabes ya. Seré tan basta, que sólo esperaré. Me pararé en medio del campo de batalla, a esperar por una bala perdida, y si llega, pues esperar a que llegue otra y así.

Tan sólo, deseo respuestas, concretas verdades. Pero por favor, que sean verdades.

'Si uno somos, ¿Por qué tengo tantas incógnitas?"