domingo, 25 de marzo de 2012

Encontrar en la infinitud del propio pensamiento libre, en ese 'periodo' de equilibrio espiritual total...la felicidad. El sonido constante de la caída de lágrimas de alturas, me regala segundos de placer auditivo, ese 'sabor' de fascinante distorsión sensitiva.
Me siento junto al Sauce al que dicen que llora, y mis amigos...el cigarrillo entre mis dedos y mi consciencia, ambos igual de dañinos para mí, me hacen reír irónicamente al recuerdo del circo en el que viví, camino entre el humo, rodeando a mi compañero que llora, y bailo con el viento y el ritmo de las lágrimas de altura.

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