Qué es eso?, tan frío en tu cuello, eres tú..., mira...eres tu mismo. Sí, ahora pregúntate qué mierda sucede, y cómo es posible. Ups,no alcanzaste, te dispararon, y mira... dejaste el arma al lado de tu mano. Y ahora escapas?, qué cobarde!, cómo te matas y luego escapas, volverás a matarte. Inepto. jajá.´- Ampolleta Verde.
martes, 15 de mayo de 2012
Deja vú'
De el oscuro callejón salió ya, mira!, él sale apresurado tapándose el rostro con el cuello del oscuro abrigo y luego se esconde en su capucha. Su cara eufórica, extasiada de demencia. Se detiene durante un largo rato y observa a su alrededor. Luego desaparece en el mismo oscuro callejón, se escucha un grito de dolor. Corre, corre...mira, ahí está él, en el suelo, busca al sospechoso, a ver si puedes.
No hay nadie.
Espera, un arma en su mano, se ha suicidado.
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Un individuo lentamente caminada sobre la escarcha, frío, sus pies desnudos se arañaban, y la culpa, y la culpa lo mataba lentamente.
ResponderEliminarCon el cuchillo platinado en su chaqueta intentaba escapar de su crimen, el cuerpo aún laxo de la muchacha yacía en el callejón, inerte, con aún la sonrisa sorpresiva en el rostro, esbozando ternura, amor
Empuñando su arma, contempló mientras la sangre brotaba del cuerpo de la joven, qué bello paisaje, reía mientras lamía el filo de plata saboreando cada milímetro del plasma, notó que su rostro, que sus gafas estaban bañadas en el líquido de su amada, lo disfrutaba. Y luego no tanto.
No quiero ver esto nunca más, decía mientras lloraba.
No, la culpa la tenía su arma, y mientras sus lágrimas creaban un mar donde se ahogaba ensimismado en su tristeza, lentamente moría, y moría y moría.
Y él cuchillo platinado levantó su mortal filo, creando una nueva víctima.
Son las armas quienes matan, no el individuo.
Él por ejemplo, no supo controlarla.
Merci, mon frère.
ResponderEliminarPerfectamente comprendido, como siempre.